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La economía circular y el suprareciclaje ganan terreno en la moda: 15 iniciativas sustentables


Te contamos emprendimientos de indumentaria, calzado y accesorios que confeccionan sus productos a partir de la reutilización de descartes textiles, plásticos, caucho o con elementos como el bambú y la implementación de tintes naturales.


Cada vez más personas eligen comprar indumentaria, calzado y accesorios creados a partir de la reutilización de descartes textiles, plásticos y caucho o con elementos naturales, como el bambú, y la implementación de tintes naturales, y nuevas marcas dan respuesta a esa tendencia. Tanto para consumidores como para diseñadores y fabricantes el objetivo es el mismo: reducir el impacto ambiental.


“Es momento de tomar conciencia de todo lo que hay detrás de cada nueva prenda o accesorio que compramos”, dijo Cecilia Falivene, creadora de Ana Avila.


En ese camino hacia la toma de conciencia, el cambio de hábitos va ganando terreno dentro del mundo de la moda. No es fácil, pero los diseñadores confían en que la respuesta la tendrán las nuevas generaciones.


La moda sustentable deja huella


Además de la reutilización de materiales y la incorporación de tintes y telas amigables con el medio ambiente, la mayoría de las empresas crea lazos con la comunidad y apunta a dar respuesta a problemáticas sociales e integrar personas excluidas del sistema.


En muchos casos es un volver a tradiciones ancestrales y a los orígenes de la humanidad, y retomar producciones no industrializadas para centrarse en una propuesta artesanal.


Para Natalia Orozco, de Alkimia Textil Ancestral, se trata de “crear un vínculo entre la vestimenta y la naturaleza, inspirándose en las técnicas ancestrales de tintorería natural y estampación botánica para el diseño artesanal de los textiles”.


“Es una manera de producir una forma de vida: trabajar y consumir lo que tenemos a nuestro alrededor, como lo hacían nuestros originarios”, coincidió Luciana Baez, de Luma Baez.


Las palabras que definen son compartidas por la mayoría de los emprendimientos: economía circular, suprareciclaje (convertir la basura en un producto de valor), dejar un mensaje, inspirar, colaborar con la comunidad en la que están emplazados.


11 emprendimientos de moda sustentable


El mundo de la moda suele estar asociado a lo superficial. El solo hecho de que haya una campaña nueva para cada temporada alimenta esa idea, pero muchas marcas buscan diferenciarse y ofrecer opciones alternativas, en donde la idea de reutilizar sea parte del estar a la moda.


Ana Avila: Busca recrear el uso consciente de los recursos que se involucran en la cadena productiva de cada prenda y de la “precariedad laboral de los trabajadores textiles”, para “cambiar hábitos de consumo dañinos e injustos para el ambiente y las personas”, explicó Cecilia. La propuesta es vintage. La firma rediseña prendas heredadas y crea accesorios a partir de indumentaria hecha con denim (mayormente jeans) para extender su vida útil. IG: ana.avila.supra.


Andar Origen: Realiza prendas y accesorios a partir de fibras naturales (vegetales y animales). Se basa en el comercio justo, al trabajo artesanal y el concepto de comunidad, priorizando la producción de cooperativas o pequeños productores. Además, incorpora la propuesta de prendas regulables, con una tabla de talles desde el 34 al 56. Su idea es fomentar la moda inclusiva. Para evitar la utilización de metales y plásticos, creó un sistema de tiras y nudos célticos regulables, y botones e identidad de marca en impresión 3D biodegradable. IG: andarorigen.


Mixtura Textiles: “Es el medio de expresión y acción para manifestar inquietudes, proponer y visibilizar las posibilidades que nos da el diseñar, hacer y consumir de forma más consciente”, dijo su creadora, Gina Fonticelli. La propuesta incluye tejidos y alfombras artesanales producidas a partir de técnicas de tejeduría en telar y tufting gun. La reutilización material se basa en piezas que ponen el foco en los hilados reciclados y la tintorería natural con residuos vegetales. IG: mixturatextiles.


Proyecto Hattori: Produce marroquinería sobre la base de plástico reciclado (bolsas de supermercado, de regalería y de alimento balanceado; redes de verdulería; silobolsas; sachet de leche; nylon envolvente, entre otros). Pero en el proceso utiliza también descartes textiles y cámaras de bicicleta en desuso. “Hattori es un proyecto que germinó en plena pandemia con la inquietud de dar con soluciones sustentables a cuestiones concretas del campo del diseño”, explicó Manuela Sosa, su creadora. Además, en la ilustración que acompaña a cada diseño propone modelos de belleza no hegemónicos. IG: hattori.ar.


Alkimia Textil Ancestral: crea indumentaria femenina a partir de técnicas ancestrales de tintorería natural y estampación botánica para el diseño artesanal de los textiles. “Nuestro proceso productivo es cuidadoso en la gestión de los recursos. No generamos desechos textiles, trabajamos en alianza con cooperativas textiles locales y pigmentamos a mano cada prenda para que vestir naturaleza sea posible”, dijo Natalia. IG: alkimiatextilancestral.


Silobag: Transforma descartes industriales en ecoproductos dentro de la industria de la moda. Incluye calzado, bolsos, mochilas, carteras, cartucheras hechos con silobolsas. “Tomar como materia prima un material que ya existe y fue descartado. Reinventarlo. Reutilizarlo, dándole una nueva vida. Potenciando sus características al máximo y evitando el uso de materias primas vírgenes que consumen recursos naturales”, explicó Cinthia Fehling, directora creativa. IG: silobags.


Carro: Guillermina Balsells y Silvina Cannito, sus cofundadoras, crean accesorios de acarreo (billeteras, monederos, mochilas, carteras, entre otros) realizados con materiales no convencionales y recuperados. Tras dos años de investigación, desarrollaron un nuevo material a partir de la termofusión de residuos plásticos, al que llamaron Renet. “El universo de los descartes industriales es nuestro combustible y la producción sustentable, nuestro desafío como diseñadoras. Agregamos valor a materiales en desuso. Transformar la basura en tesoros siempre ha sido nuestra divina obsesión”, dijo Guillermina. IG: carro_efectos_portantes.


Luma Baez: Ofrece indumentaria femenina en prendas sin distinción de estacionalidad; reutiliza descarte textil y confecciona fibras naturales y materiales estampados con técnicas de ecoprint. “Nuestra meta es transmitir, a través del vestir, un mensaje de conciencia sobre las maneras de consumir y producir. Trabajar con descartes textiles amplía nuestra concepción de materia prima, nos concientiza sobre la contaminación que nos rodea y colabora en la construcción de nuevas prácticas”, dijo Luciana, su creadora. IG: lumabaez.


Conciensus: La propuesta consiste en productos de marroquinería creados a partir de la recuperación de materiales de distintas industrias que van a ser descartados (telas, lonas, entre otros), que son transformados en carteras, mochilas y billeteras nuevas. Además, busca generar valor social, al trabajar con talleres compuestos o liderados por mujeres. “El mundo necesita más mujeres conscientes de su potencial y sus derechos. Los productos entrelazan historias de sus materiales: historias de nuestra herencia marroquinera y de las mujeres del taller que convierten esos insumos de descarte en algo nuevo”, aseguró Ana Paula Ferrari, su fundadora. IG: conciensus.


Kaiapuni: Fabrica mochilas y bolsos con bolsas de arpillera plástica, banners, bolsas de polipropileno y retazos de madera, en talleres donde trabajan costureras que necesitaban de una oportunidad para insertarse en el mercado laboral. “Siempre me molestó el consumo excesivo y el comprar-usar-tirar (economía lineal). Trabajando en el campo vi cómo miles de bolsas llegaban, se usaban y se tiraban, y me decidí por hacer mochilas con ese material para lograr que ingrese a una economía circular (comprar-usar-reutilizar/reciclar). Así nació este gran proyecto”, dijo Santiago Harriague, su creador. IG: kaiapuni.arg.


Maleza: “La sustentabilidad me llegó como una toma de conciencia, responsabilidad y empatía. Cuando me propuse crear Maleza, decidí que quería trabajar conforme a mis valores. Mi prioridad es crear productos que sean sustentables, artesanales, veganos y que respeten y cuiden el planeta y a las personas”, contó Florencia Agazzi, fundadora del emprendimiento. Maleza ofrece accesorios y distintos productos teñidos y estampados con tintes naturales, a partir de la reutilización de descartes orgánicos, como cáscaras y carozos de palta; yerba; cáscaras de cebolla, y la poda de flores y cortezas. IG: maleza.handmade.





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