Las mujeres se convirtieron en las protagonistas de los negocios gracias a la educación financiera, un camino clave para el desarrollo personal y empresarial.
El 85% de las mujeres emprendedoras en América Latina aumentó sus ventas con educación financiera, por lo que cada vez son más quienes apuestan el desarrollo empresarial. Al tener una formación sólida en finanzas, procuran la capacitación en la toma de decisiones estratégicas y el carácter en la superación de desafíos y obstáculos dentro del negocio.
Entre los conocimientos, se incluyen temas que abordan la creación de presupuestos, la gestión de deudas y créditos, la inversión en el mercado financiero y la planificación a largo plazo. Al comprender estos conceptos, las mujeres emprendedoras accionan en áreas clave como la fijación de precios y la gestión de las ganancias.
Además, también ayuda a abordar los problemas económicos con mayor confianza, lo que evita conflictos en el futuro.
Mujeres en América Latina
Si bien The Global Entrepreneurship Monitor determinó que más del 50% de las mipymes en la región está liderado por el género femenino, se presentan distintas barreras a la hora de acceder a servicios y herramientas que son fundamentales para la formalización y crecimiento. Entre ellas, se presentan:
Las percepciones que aún rigen sobre los roles sociales
La falta de formación emprendedora
La discriminación por sexo o nivel socioeconómico
La falta de acceso a productos y servicios con perspectiva de género
A estas, también se le suma la falta de capital e innovación para sus proyectos, por lo que no logran obtener los recursos económicos suficientes para salir al mercado.
Ante esta situación, Mercado Pago y Pro Mujer se unieron en 2022 para impulsar la educación financiera en Argentina, Chile, Colombia, México y Uruguay, con el fin de enseñarles sobre habilidades de liderazgo y gestión. Además, procuran de esta manera la creación de una red.
A un año de su lanzamiento, los datos arrojaron un excelente avance en Latinoamérica.
"El equilibrio entre el trabajo y la vida personal es muy difícil. Venimos de la cultura "Ni-Ni", ni trabajan ni estudian. Pero la realidad es otra, la mujer es cuidadora, de hijos y de padres. Entendimos entonces cuáles son las exigencias y desafíos que presentan, por lo que lanzamos la plataforma que trabaja también en la autoestima y en la autopercepción como emprendedora", dice Sebastian Edreira, coordinador de Emprende Pro Mujer. "Aunque parezca mentira, hay muchas trabajadoras que se ponen excusas y no se dan cuenta del logro que hacen día a día", suma.
"Vemos un cambio sumamente importante, sobre todo en aquellas que recién están comenzando", agrega Guadalupe Marín, directora de Sustentabilidad de Mercado Libre. Para ella, el camino está acompañado de la educación tecnológica, la cual permite aplicar distintas técnicas potenciadoras de ventas.
"Nosotros somos un ecosistema que brindan servicios que mejoran la transacción mediante un link de pago, un código QR, una máquina que acepta todo tipo de tarjeta. Lo importante está en conocer el uso de estas herramientas y el trasfondo de cada una de ella, ya sea la toma de un crédito, por ejemplo", dice Guadalupe. Y remarca la importancia de una tecnología accesible, práctica y sencilla de usar.
En otras palabras, la fórmula del éxitos se concentra en la combinación de tres pilares: educación, herramientas y calidad de uso.
Etapas de un emprendimiento
Se crea la idea
El proyecto está en una etapa inicial, tiene un año mínimo de gestión de negocio y la creadora no se percibe como tal.
Comienza el período pre-incubación
Se pone sobre la mesa una propuesta de valor definida, con ventas esporádicas. En tanto, su producto/servicio está en etapa de validación de mercado.
Comienza la incubación
El objetivo está en marcha, en proceso de formalización de negocio, en autoempleo o con un equipo a tiempo parcial. Se desatan ventas, que van más allá de las personas conocidas.
Se fortalece la aceleración
Al mando hay una profesional de al menos 2 o 3 años de operación y ventas constantes por mínimo 6 meses. Se acompaña de un equipo de trabajo, al menos dos personas de tiempo completo.
Según el Sr Manager de Sustentabilidad José Ignacio De Carli, el objetivo debe ser el traspaso de un negocio de fase intuitiva o necesidad a uno informado, capacitado y cualitativo.