Se trata de Facundo Garretón, ex político, y ahora socio de la empresa "Yvy", dedicada al bienestar.
Después de su paso por la política -fue diputado nacional por Tucumán- Facundo Garretón se sumó a un nuevo emprendimiento en el que es socio de la empresa "Yvy" orientada al "wellbeing" , como él la define. La misma produce cannabis medicinal en Uruguay teniendo en cuenta el impacto social y ambiental.
Una inversión que dio sus frutos
Yvy –en guaraní tierra- nació a principios del año pasado de la mano de la uruguaya Andrea Krell, hoy su CEO, y el australiano Kevin Nafte. Ocho meses después, Garretón entró como socio e inversor con u$s 500.000 y fue también el responsable de liderar la ronda que atrajo un millón y medio de dólares de inversores particulares locales y dos internacionales, entre ellos líderes de empresas de distintos sectores como pharma, consumo, agro, entre otros. "Es smart money", explica Garretón, quien asegura que de los 15 llamados que hizo todos tuvieron una respuesta positiva.
Mientras tanto, desde la Argentina, a través de una subsidiaria local Garretón avanza con los permisos para la producción de cannabis para la investigación en Yerba Buena, Tucumán junto al Conicet, la Universidad Nacional de Tucumán, el Inta y la municipalidad de Yerba Buena. A la vez, la subsidiaria australiana importa lo producido, hasta el momento, en Uruguay.
La empresa
Yvy Life Sciences, que busca tener impacto social además del económico, produce cannabis medicinal en granjas de mujeres de cooperativas del interior del Uruguay a las cuales se capacita y se les hace un seguimiento a través de una aplicación. Empezaron con una hectárea dividida en tres granjas pero este año llegarán a 10 hectáreas en 13 granjas. "Estas granjas ya hacían cultivo orgánico y la idea es que diversifiquen su producción", cuenta Garretón, quien explica que "en Uruguay, las tres están reguladas". Mientras que en la Argentina, si bien está permitido el uso medicinal del CBD, no se puede producir y tampoco importar.
La primera cosecha que tendrá la nueva empresa es en marzo y, en esta primero etapa, se exportará casi toda la producción de flores secas a Australia. El excedente se usará para hacer aceite. Según número del propio emprendedor, de una hectárea salen entre 300 y 500 kilos de flores secas que equivalen a u$s 1 millón en ventas. Ahora, si se da un paso más y se le da más valor agregado produciendo aceite se obtienen entre u$s 2 y u$s 3 millones, dependiendo si uno hace la extracción o la terceriza.
"Nosotros queremos enfocarnos en las dos puntas del proceso, la producción y la puesta en valor y específicamente queremos posicionarnos en el uso del cannabis como aditivo para alimentos y bebidas", detalla el emprendedor serial que ya trabaja en un producto propio para lanzar en las góndolas.
El cannabis la fuente de todo
Desde sus redes sociales el emprendedor suenta: "Me involucré en proyectos de 'Life Sciences', conocido también como "Ciencias de la Vida", ya que me interesan todos los campos de la ciencia que estudian los seres vivos, como las plantas, animales y seres humanos. En esta etapa decidí invertir en Cannabis Medicinal debido a varios factores, esta industria me hace acordar a la época de las "'punto com' en el año 98 o 99, donde todos querían invertir en este tipo de empresas '.com' pero sin entender del negocio, aunque sabiendo que la oportunidad era grande. Con la industria del Cannabis pasa algo similar, a nivel mundial viene creciendo muy rápido, sobre todo a nivel medicinal, recreativo e industrial, aunque pocos saben donde está el mayor negocio futuro. Para mi el futuro está en la naturaleza como fuerza de bienestar, está comprobado que la planta de cannabis tiene ciertos beneficios en enfermedades como Diabetes, Alzheimer, Parkinson, Fibromialgias, Epilepsia, etc. A su vez, es fuente de bienestar en general".
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