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"Smell Me": talleres para despertar el olfato

Melina Napolitano es el alma máter de esta idea, y a partir de ella brinda talleres olfativos para particulares y empresas. También servicios de consultoría y evaluación de tendencias en el mercado.



"Apenas entraba a mi casa de chica, ya podía detectar si había un lácteo en mal estado en la heladera. Mi mamá me decía '¡Vos con ese olfato tenés que hacer algo!'", cuenta la emprendedora Melina Napolitano, quien a sus 33 años creó "Smell Me". Desde este emprendimiento brinda talleres olfativos para particulares y empresas y servicios de consultoría y evaluación de tendencias en el mercado. Además prevé facturar $3 mil. La joven estudió Relaciones Públicas e Institucionales en la UADE y trabajó en el área de comunicación de distintas compañías y agencias, hasta que decidió virar su carrera hacia algo que la apasionaba: oler. Ella ya había estudiado perfumería en la Asociación de Químicos Cosméticos y, en 2016, ingresó al departamento de marketing de una empresa de fragancias y sabores. Allí el destino la llevó a tener acceso al laboratorio, lo que marcó el inicio de "Smell Me".Una apuesta que ya lleva más de tres años.


Una idea que huele bien



Poder apreciar el aroma de un vino, té o bebida especial es el correlato que ejemplifica "Smell Me", un proyecto sensorial olfativo que nació con el objetivo de hacer talleres experimentales para "enseñar a oler".

La dinámica conlleva el laboratorio itinerante de aromas y fragancias, y de esta manera el proyecto diseña talleres experimentales para dinámicas de grupos, universidades, escuelas y centros de tercera edad y experiencias para empresas.

En la actualidad la especialista trabaja junto importantes perfumistas en Europa, en el desarrollo de las fragancias que una importante empresa compra, y sigue dando sus talleres con el apoyo de la firma. En este sentido participará de la feria Beautyworld Middle East, en Dubai, y de Barcelona Olfaction Week.

" El mundo de las fragancias y toda su cadena es súper interesante; el tema es que son todos tan técnicos, químicos e ingenieros que no se abren las puertas", afirmó.

Con una inversión inicial de $10.000, en 2017, facturó $100.000, pero este año, con el negocio instalado en Europa, prevé facturar 50.000 euros (equivalentes a $3.323.500).


Un sentido olvidado



Si bien no solemos darnos cuenta, la especialista sostiene que "lo visual, lo auditivo, está muy explorado, pero lo olfativo no". De hecho está poco entrenado, y disminuido socialmente. "Tanto que no tiene léxico propio y toma términos de lo visual, como decirle verde al olor a pasto, o de lo gustativo, como hablar de ácido, punzante, empolvado. El sentido del olfato es importante en distintos ámbitos como la gastronomía, el mundo del vino o el café, pero nunca es el protagonista. Al olfato no se le da la importancia que merece: es como un sentido mudo. Y de ahí nació la pasión por compartirlo y por reivindicarlo", argumenta Napolitano.


Entrenando el olfato

¿Y cómo conectarnos con lo que olemos a diario? experimentando a pleno con las diversidad de aromas que nos rodean. La profesional recomienda empezar desde lo simple y viable: tener plantas aromáticas, oler las especias, ir probando nuevas, y oler, oler todo el tiempo. El registro es vital y para ello hay que estar conscientes de lo que nos rodea. "Hay que hacer visible lo invisible, y por ejemplo preguntarse: ¿A qué huele la oficina? ¿A qué huele la ropa de mi hijo? ¿A qué huele mi perfume? ¿Qué me gusta de su composición?", concluyó Napolitano.

Una apuesta a conectar a pleno que supo darle frutos.

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