Es común en estos días escuchar a personas decir “hay que emprender” o “es necesario convertirse en emprendedor para poder surgir y ganar dinero”; sin embargo, son pocos los que saben de qué se trata todo esto y que más que un movimiento, ser emprendedor es una decisión estrictamente personal.
Ser emprendedor no es para quienes desean tener las cosas seguras desde el primer momento… la misma Real Academia Española lo explica al buscar la definición de “emprender”: Acometer y comenzar una obra, un negocio, un empeño, especialmente si encierran dificultad.
Las dificultades estarán en cada paso que dé un emprendedor; sin embargo, son muchos los que aseguran que los caminos difíciles nos llevan siempre a los mejores lugares y ese es el destino de todos los que se dispongan a tomar los riesgos y poner su esfuerzo en ser cada día más grandes.
¿De verdad la recompensa es mayor a las dificultades que conlleva el emprender?
El emprendimiento es solo para los valientes que están seguros que quieren dar el todo por el todo hasta el final. Cualquier emprendedor exitoso te dirá que vale la pena cada lágrima porque después todo es maravilloso (aunque igual tengas que trabajar) pero también te dirán que los sacrificios que hay que hacer son duros.
Debes saber que al inicio de todo tendrás que estar dispuesto a poner gran parte de tu capital para apostar en la idea que tienes; después de eso trabajarás sin descanso para asegurarte de que todo empiece con buena base y tendrás que comprometer vacaciones o salidas familiares por trabajar de domingo a domingo.
Pero ¿qué tan asombroso es tener todos esos riesgos al principio para poder hacer luego todo lo contrario? ¡En vez de invertir todo, recogerás tus ganancias con creces! ¡Serás tu propio jefe y podrás vacacionar si lo deseas! ¡Tiempo para tu familia cuando quieras!
Estas son solo algunas de las cosas que le esperan al final del camino a un emprendedor exitoso.
Controla tu vida desde el primer momento hasta el último
Las decisiones recaen en tus hombros y es por eso que nadie te dirá qué hacer, cómo hacerlo y qué esperar de eso. ¡Todo puedes decidirlo! El control lo tendrás tú y nadie podrá interponerse en ello; el éxito está solamente en tus manos si tomas las decisiones correctas.
Puede que sea algo aterrador pensar que al igual que el éxito depende de ti, también el fracaso puede estar en tus manos; no obstante, si tienes una visión y un objetivo claro… ¿quién mejor que tú que tuviste la primera idea para conducir tu emprendimiento a donde tiene que llegar?
Tienes control de tu lugar de trabajo en su totalidad
¿Quieres trabajar desde casa? ¡Hazlo! ¿Quieres ir a la oficina y que las paredes sean amarillas con brillo? ¡Hazlo! El poder lo tienes tú. Decide cómo quieres que luzca tu lugar de trabajo, decide desde dónde deseas trabajar; incluso puedes decidir cómo vestirte al estar laborando ¿y quién podrá decirte que no? ¡Tú eres el jefe!
¿Quién dice que no puedes irte de vacaciones y trabajar desde un hotel en pijamas? ¡Haz lo que desees!
Ve cómo tus ideas se vuelven realidad
No hay mayor satisfacción de ver que aquello en lo que creíste ha tomado forma y ha logrado lo que debía lograr. No estás trabajando para nadie más, trabajas para ti y para lo que te gusta… ¿cuántas personas pueden decir eso?
Un emprendedor verá frente a sus ojos cómo todo con lo que ha soñado se vuelve más y más real cada día y eso es una recompensa maravillosa.
¡No existen los límites para ti!
Todas las carreras tienen un tope al cual llegar que se considera lo máximo en su carrera. Por ejemplo, un docente que llegó a ser supervisor o un militar que llegó a ser almirante… No obstante, un emprendedor nunca llegará al máximo de su “carrera” porque no existe un máximo; ¡siempre hay oportunidad de más!
Un emprendedor tiene la posibilidad de nunca conformarse con lo que ha hecho y aspirar a llegar más allá.
Trabaja haciendo lo que te gusta
Es poco probable que hayas decidido emprender un negocio que no te guste, pues la mayoría decide emprender en eso que les gusta y que son buenos. Si este es tu camino, permíteme informarte que siempre podrás trabajar haciendo lo que deseas hacer y sin tener que recibir órdenes de nadie.
Si ya estás decidido a convertirte en el próximo gran emprendedor, puedes empezar a buscar consejos para elaborar un presupuesto para tu negocio y lograrlo. ¡Dale vida a tus grandes ideas!
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