Son uruguayos y desarrollaron una aplicación para digitalizar los almuerzos en los colegios y para que la familia se involucre en la alimentación de sus hijos ; recientemente comenzaron a operar en el país y cerraron una ronda de inversión de US$260.000.
El negocio surgió mientras estudiaban el último año del colegio secundario, con la idea de solucionar un problema que los afectaba cotidianamente: el servicio que brindaba el comedor escolar. La secuencia era siempre la misma. Había filas de treinta minutos para recibir el almuerzo, los platos llegaban fríos y, muchas veces, se quedaban sin comer. Eso motivó a Matías Craviotto, Luís Pedro Carrero y Juan Manuel Rodríguez a crear OrderEAT, una plataforma que digitaliza un sector que había quedado olvidado en el mundo de los papeles y las lapiceras.
De 2019 hasta ahora, el negocio escaló rápido. El año pasado cerraron acuerdos con más de 50 colegios de Uruguay y procesaron a través de la plataforma 70.000 ordenes mensuales por un monto total de US$2 millones anuales. Esas métricas fueron la llave que les permitió cerrar una ronda de inversión pre-seed de US$260.000, por parte de los fondos MrPink y Qualitas, y así poder desembarcar en la Argentina.
“No empezamos el proyecto porque sabíamos que con esto íbamos a hacer plata. Intentamos resolver un problema que nos afectaba a nosotros y, hablando con amigos de otros colegios, vimos que tenían el mismo inconveniente. Fuimos para la Argentina y también pasaba lo mismo. Entonces, la empresa surgió en busca de una solución para el día a día. Luego vino la idea de un negocio rentable, que podía escalar a otros mercados”, contó Craviotto (22), CEO de la compañía.
La plataforma tiene un doble objetivo. Por un lado, que los comedores y cafeterías escolares puedan digitalizar el servicio, cobrar a través de la plataforma, eliminar las filas de espera y disminuir la cantidad de comida desperdiciada. Por el otro, busca conectar a los padres con la alimentación de los hijos, ya que a través de la aplicación tienes seguimiento de lo que consumen, los gastos que realiza cada chico y pueden configurar presupuestos o restricciones alimentarias.
“El ecosistema emprendedor en Uruguay y la Argentina es muy bueno. Siempre nos abrieron las puertas, nos daban consejos. Al principio tuvimos la barrera de entrada de que le presentábamos la aplicación a los colegios privados y teníamos convencerlos de que, siendo tres jóvenes de 19 años, podíamos vender un servicio de calidad. Pero esa barrera se rompió después de los diez clientes y hoy tenemos el logo de las instituciones más importantes en nuestra lista de clientes”, agregó.
Argentina fue el primer paso de la empresa fronteras afuera de Uruguay, debido a las similitudes del mercado y las posibilidades de expansión. Actualmente operan en 40 colegios situados en Mendoza, Córdoba, Rosario y Buenos Aires. El plan es alcanzar los 100 antes de que se termine el año. Los comedores locales funcionan bajo concesionarias, lo que consideran que podría ayudarlos a expandirse a mayor velocidad a medida de que el sistema sea bien recibido.
Y en ese camino, tienen planes concretos para este año. Los fundadores de OrderEAT esperan también desembarcar en México y Brasil, y crear una versión empresarial de la plataforma. Así, entre todos los mercados, prevén que unas 20.000 familias pidan a través de la plataforma todos los días, para procesar anualmente unos US$10 millones de pagos.
“Queremos inspirar a que otros jóvenes se animen a emprender. Hay otras personas que, para empezar, primero quieren recibirse de la universidad o tener experiencia laboral. Pero cuando sos joven es el mejor momento, los riesgos que se asumen son menores que tirarte al agua a los 40. No hay que tener miedo a que falten las herramientas, sino aprovechar la oportunidad de aprender muchísimo y agregar responsabilidades muy grandes a una edad muy joven”, cerró Craviotto.
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