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Los hermanos que compraron una empresa fundida y la revivieron: la estrategia que los llevó al éxito


Nacieron en Trenque Lauquen y hoy sus muebles de plástico reciclado se venden en 18 provincias. Este año van a facturar $150 millones.


Una empresa de Trenque Lauquen, provincia de Buenos Aires, ya rescató 150.000 kilos de plástico que iban a terminar en la basura. ¿Qué hacen? Simple: reposeras, huertas, juegos de living, mesas o sillas a partir de placas recicladas. Suena a una buena idea, o Wood Idea, como reza el nombre del emprendimiento.


Gastón y Fermín Laborde son hermanos a los que desde chicos se les despertó el interés por los negocios. Cuando tenían apenas 13 y 14 años revendían la leche del tambo de su padre en plena crisis de 2001 y a los 18, cuando se mudaron a Buenos Aires para estudiar Administración Agraria, se lanzaron a vender alpargatas. Ese proyecto después derivó en QA, una marca que llegó a tener 30 locales exclusivos. "Ese fue nuestro aprendizaje mayor", dice Laborde.


Wood Idea, en realidad, nació con otros padres. Un grupo de amigos -también de Trenque Lauquen- la habían creado, pero la idea no lograba caminar. Cuando los fundadores estaban a punto de cerrar la persiana, los hermanos les hicieron una oferta: "Conocíamos el proyecto y nos encantaba. Además, tenía la pata de sustentabilidad que con el proyecto anterior no habíamos tenido. La compramos por poca plata porque venían de seis meses sin ventas. Así que fue como arrancar de cero", explica el emprendedor. Para el relanzamiento -que incluyó un rebranding, nuevos proveedores y una nueva estrategia de comunicación-, invirtieron u$s 20.000 de su bolsillo. Empezaron vendiendo 15 productos por mes y ahora despachan 250.


Hoy en Wood Idea se encargan del diseño de los productos: compran las tablas de plástico reciclado y trabajan con dos carpinterías que ensamblan las piezas a pedido.


La clave para darle nueva vida a la empresa fue cambiar el modelo de negocios: ahora trabajan a pedido y no tienen stock. "Ya había tenido una mala experiencia cuando trabajaba en indumentaria, donde mandás a producir con un año de anticipación, y me había quemado porque eso lo vas bancando desde la marca. Eso nos mató cuando vino la crisis de consumo de 2018. Muchos clientes se fundieron y nosotros estuvimos cerca. Dije ‘esto no va más', y buscamos un modelo donde nosotros nos podíamos financiar con nuestros clientes", explica Laborda.


Hoy venden exclusivamente a través de su tienda digital y suman clientes en 18 provincias de la Argentina. "Nuestros productos son más caros comparados a otros de, por ejemplo, pino. Pero los nuestros duran toda la vida y no requieren mantenimiento. El cliente es el que entiende ese beneficio y que sabe que compra un producto sustentable que de otra manera hubiese terminado flotando en el mar", agrega el fundador.


Su foco hasta ahora estuvo en llegar al consumidor final, sin embargo, poco a poco van sumando empresas entre sus compradores, como desarrolladoras o centros turísticos. Otra pata que está creciendo es la de los municipios. Su portafolio tiene una variedad de 30 productos, con las reposeras como preferidas del público.


Para 2023 el objetivo de los hermanos está en sostener el crecimiento. El año pasado reciclaron 70.000 kilos de plástico y para este ejercicio proyectan llegar a los 105.000 kilos.


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