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Los 50, los nuevos 40

Renovarse y emprender en este punto de inflexión es más que prometedor. Desde ese lugar se plantea la media década vivida y colmada de oportunidades.


El aumento de la expectativa de vida, los cambios laborales, el crecimiento de los hijos y el tiempo libre familiar parecen claves para que quienes cambian de década, puedan atreverse a cumplir sus sueños.



¿Acaso son los 50, los nuevos 40? La ciencia pareciera así afirmarlo respecto a diversos estudios respecto al envejecimiento. Y es que esta nueva generación de adultos pisa fuerte y se anima a los cambios a una edad a la que todavía queda mucho por dar y proyectar.


En primera persona

Más allá de la teoría, es el testimonio concreto de muchos emprendedores, aquello que nos hace caer en la cuenta, de que podemos emprender exitosamente. Así lo vivió Sandra Mellado, quien a punto de cumplir 50 y a quien la nueva década la encuentra en su mejor momento, tuvo un sueño, que fue tomando forma en los últimos 20 años: la jardinería.

Cuando tenía 18 años, estudió radiología, profesión que ejerció durante tres años. "Me costaba mucho, estaba muy al límite por la realidad que se vive en un hospital", cuenta. Luego, trabajó en bancos. En ese momento, Mellado vivía en Mar del Plata con a su marido, Sergio, y allí realizó diversos cursos de jardinería en reconocidos viveros. Cuando llegó su primer hijo, decidió quedarse en casa para criarlo. En 2009 comenzó a estudiar jardinería en la Facultad de Agronomía de la Universidad de Buenos Aires (UBA); se recibió en 2012. "Me empezó a asustar el tiempo que tenía cuando los chicos crecieron", confiesa al reflexionar sobre el puntapié que la llevó a animarse a cumplir su meta de tener un vivero.

¿Cómo empezó? Realizando trabajos por recomendación o a pedido y asistiendo a ferias, donde llevaba sus plantas, como la Mafalda, en Florida, Vicente López. Los vecinos le decían que no había un vivero cerca y la idea comenzaba a ser real. En 2018, montó su "almacén de jardín", en Florida.

Carolina Rey, socióloga de la UBA y de la consultora Ethnos Strategy, señala: "La expectativa de vida ha crecido. Este alargamiento inaugura una etapa nueva. Ya criados los hijos, con menos cargas económicas, estas personas quizá por primera vez en su vida encuentran tiempo para dedicarlo a lo que les gusta. Por lo general, se suma también el hecho de tener menos filtros para hacer y decir lo que quieren y piensan, y la sensación de que es ahora o nunca que podrán empezar aquello que los entusiasma".

Otra voz que se suma (entre muchos otros testimonios) es la de Myriam Melecheñko. Con 51 años trabajó durante 25 años en la misma compañía. Luego de pasar por distintas áreas, llegó a ser líder de sistemas, hasta que un día la desvincularon por motivos de reestructuración. Sus ex empleadores le ofrecieron un programa de transición laboral donde la asesoraron y pudo desarrollar su emprendimiento de alquiler de vestidos de fiesta.

"Ya venía pensando en hacer algo más aparte de mi trabajo y el tema de los vestidos me gustaba, me llamaba la atención, así que elegí un coach para emprendedores", cuenta. Así y sólo en cuatro meses logró montar su marca, Prusia Catalina, y la lanzó con esfuerzo y constancia.

Dalila Dujovne, psicóloga y gerenta de transiciones laborales y desarrollo de carrera en la consultora Bruno Matarazzo, explica: "Hay diferentes modalidades de reinserción. Las personas pueden reinsertarse en otra compañía, armar un proyecto de consultoría o trabajar para otros proyectos".


Los datos hablan



De acuerdo a el sitio ambito.com "según datos internacionales, los emprendedores mayores tienen una tasa de éxito del 70% al crear nuevas empresas, mientras que en los jóvenes el porcentaje oscila el 28%.

Por otro lado, un informe de la consultora Candexar revela que más del 80% de los avisos de búsqueda laboral excluyen a personas de más de 45 años. Y que un 50% de los avisos excluyen a quienes tienen más de 35.

"Tenemos naturalizado un mensaje estereotipado y prejuicioso de los adultos -mayores y no tanto-, que no escapa el mercado laboral. Sabemos que hoy, las personas mayores de 60 años representan un 14,2% de la población, mientras que para el año 2050 serán el 25%, siendo Argentina uno de los países de la región con más alta tasa de envejecimiento”, cuenta Alejandra Mández, Directora Ejecutiva de INICIA.


Las ventajas y los obstáculos

Emprender después de los 50 tiene sus ventajas. En primer lugar, las personas que hicieron un desarrollo de carrera en el mundo corporativo y hoy están pensando en iniciar un negocio, cuentan con más experiencia práctica en el desarrollo de habilidades de gestión, administración y planificación, necesarios para la puesta en marcha de un emprendimiento”, continúa la directora de INICIA y agrega: “Por otra parte, poseen una red de contactos más rica, que les facilita ese ‘abrir puertas’ para sacar adelante el negocio. Y si bien su pasión está presente, son más hábiles a la hora de anticipar escenarios y medir el riesgo".




Pero no todas son rosas. Entre las dificultades que las personas de 50 deben enfrentar

uno de los principales desafíos es el traspaso del mundo corporativo al mundo emprendedor, “y en este sentido, el aprender los códigos de los emprendedores, sus formas de trabajar, sus formas de pensar, conocer sus referentes, y su historia es fundamental para no estancarse”, considera Méndez.



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