Una idea, una necesidad y mucha demanda, las tres premisas que te llevarán a concretar tu negocio.
En épocas de crisis siempre surgen oportunidades para emprender algo nuevo, opciones para sobreponerse a la adversidad sin depender de nadie. Una idea, una necesidad y mucha demanda, las tres premisas que te llevarán a concretar tu negocio.
La realidad marca que los emprendimientos digitales son los de mayor éxito durante el contexto actual de pandemia. Por cuestiones evidentes, las personas aprovechan para formarse, entretenerse y disfrutar en su casa.
Surge una idea
No hace falta que sea una idea que cambie el mundo o extremadamente revolucionaria. No se trata de crear el mejor producto que haya visto la humanidad, sino de cambiar algo que ya existe. Podés centrarte en un producto o servicio que se encuentre actualmente en el mercado y que pueda mejorarse.
Una pregunta muy útil que puede servirte es la siguiente: ¿Qué falta o no funciona en tu vida cotidiana, que hasta ahora no tiene solución y por lo que estarías dispuesto a pagar? Si respondés esta pregunta, estás por muy buen camino.
Cómo financiar
Para el nuevo proyecto vas a necesitar plata para ponerlo en marcha. Podés usar tus propios ahorros o buscar préstamos convenientes y con buenas tasas de interés para abonar sin inconvenientes mientras tu negocio se pone de pie.
Dominar el mercado
Un error frecuente es el de emprender en un terreno desconocido. Lo ideal es plasmar una idea dentro de un contexto favorable en el que tengas pleno conocimiento sobre los pormenores y detalles que pueden afectar tu producto o servicio a corto, mediano y largo plazo.
Una idea para el pleno dominio del mercado te permitirá analizar la oferta actual para así desarrollar una ventaja única por sobre los demás. Es decir, ese agregado de valor que hará que los clientes elijan a tu marca y no a la de la competencia.
Quién es tu cliente
Es fundamental estudiar los patrones de comportamiento y el tipo de consumo de tu mercado. Haciendo esto estarás acotando el margen de error porque sabrás a quién dirigirte, qué los motiva, qué ritmo de vida tienen, nivel socioeconómico, estilos de vida, género y los valores de tu cliente ideal.
Por otra parte, nunca dejes de escuchar a tus clientes. No se trata de que el negocio te guste a vos, sino que les interese a tus compradores. Tomen en cuenta todos sus comentarios para mejorar aspectos descuidados.
Analizar a la competencia
Nunca dejes de analizar a la competencia. Enfocate en qué producto o servicio ofrecen, de qué manera lo hacen, cuál es su diferencial, cómo se manejan en redes sociales y qué precios tienen. Tras recabar toda esta información tendrás puntos a favor y en contra para comparar con tu emprendimiento.
Sacá conclusiones de cada competidor y beneficiate de sus ideas para generar estrategias nuevas. Tan solo basta con ingresar a sus perfiles en redes sociales para ver cómo se dirigen a su público y qué acciones en marketing digital realizan.
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