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Es odontólogo y creó una empresa para vestirse con onda en el consultorio


Junto a un amigo fundaron una startup que revolucionó la vestimenta de los profesionales de la salud y que ya vende 3000 ambos al mes. Los estampados y las texturas dominan sus diseños.


Todo comenzó con José Álvarez Castro, un odontólogo que estaba aburrido de vestir todos los días el mismo ambo para ir al consultorio. Cansado de no encontrar alguna opción distinta o más cómoda, le comentó la situación a su amigo Sebastián Prado, a quien había conocido jugando al golf. Él había fundado una empresa de turismo, por lo que ya tenía experiencia emprendiendo. "Él vio la necesidad, tenía experiencia como usuario y mucho criterio estético. Yo ya había armado una empresa antes. Entonces decidimos asociarnos", cuenta Prado sobre los comienzos de la compañía en 2009.


Sin embargo, ninguno de los dos tenía experiencia en el mundo textil, así que tuvieron que empezar desde cero. "Googleamos ‘ambos médicos' y dimos con una señora en Avellaneda y la fuimos a ver. Empezamos a entender de esto y a hacer. Teníamos claro que queríamos un producto de calidad y diferenciador", agrega el emprendedor.


Para arrancar, invirtieron US$ 8000 de ahorros para hacer las primeras pruebas de telas. Buscaban algo distinto y dieron con un algodón elastizado que el proveedor les advirtió que no sabía si iba a volver a entrar, así que le compraron todo el stock. Su visión estaba en salir de lo tradicional, así que sumaron estampados, algo que no se veía tanto entre el personal de salud. El producto gustó, se empezó a vender bien, así que cada peso que entraba lo reinvertían.


"La necesidad fue siempre hacer algo creativo. Nos motivaba que el profesional de la salud no tenía opciones, se vestía todos los días con lo mismo. Esta ‘condenado' a vestirse siempre con ambo. Ambos básicos ya hacían todos, pero esto no lo hacía nadie. Desde que salimos, aparecieron un montón de marcas haciendo lo mismo y no me genera bronca, somos referentes. Si hay más marcas se va abriendo el mercado", agrega Prado.


Hoy tienen una gran variedad de ambos que salen de lo tradicional: desde opciones con estampados de flores o camuflados, hasta confecciones más entalladas o con cuello mao -uno de los preferidos-. Pero también agregaron más productos como cofias, calzado -en alianza con la marca Humms-, camisolines, anteojos para protección y hasta buzos y remeras térmicas. Además desarrollaron BIOTEC, una línea de ambos confeccionados con una tela antibacterial, diseñada para inhibir al virus SARS-Cov 2 con un 99,83 por ciento de eficiencia en tres minutos. Todo diseñado por su propio equipo, aunque tercerizan la producción.


Venden unos 3000 ambos por mes, y todos directo al profesional a través de un local propio, una tienda online y ocho franquicias en el interior del país. Además, suman una red de más de 25 revendedores y tienen clientes corporativos, como clínicas, empresas y hospitales. Su objetivo es vestir a todo el personal de salud: desde médicos hasta enfermeros, kinesiólogos, veterinarios o incluso a profesionales de estética.


Hoy están presentes en la Argentina y Uruguay, pero el plan es expandirse a más mercados: el foco está puesto en Brasil. "Los limitantes son el precio. Pero entendemos que nuestro negocio puede escalar si logramos empezar a vender en la región. Ya tenemos la experiencia de cómo se hace, pero el tema son los costos de envío y entrar, pero estamos trabajando en eso", asegura Prado, quien está buscando un socio local que quiera desarrollar la marca.


"Hacemos esto mientras peleamos con el día a día de la Argentina y eso es un trabajo en sí mismo. Cambian las reglas de juego todo el tiempo y tampoco podes desatender el negocio acá", concluye.

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